Por Maximiliano Borches. La entrega del último resquicio de independencia económica sucederá el próximo lunes 14 de abril cuando arribe al país el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, a entregar en mano al presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, el paquete de ajuste que impone el nuevo empréstito por 20 mil millones de dólares que anunciará este viernes el FMI. Entre las primeras medidas se habla de una flotación “controlada” del dólar, que rápidamente podrá derivar en una devaluación que podría rondar el 20 o 30 por ciento. Esta nueva licuación acelerada de los salarios, sumado a los desatados precios de alimentos, combustibles, alquileres y costo de vida en general, promete un futuro inmediato de caos social y manifestaciones de índole insurreccional que presagiarán un oscuro escenario en la política argentina.
No son tiempos felices para el país y su futuro inmediato. El proyecto de entrega de recursos naturales y sumisión geopolítica hacia los Estados Unidos, comenzó a tomar forma humana -como si de un Frankenstein económico se tratase-, a pesar de que el Gobierno evita a toda costa hablar de devaluación- El nuevo esquema devaluatorio significaría un aumento que podría rondar entre el 20% y 30% del dólar oficial mayorista, valuado al cierre de esta nota en $1097. El anuncio formal se haría tras la confirmación del acuerdo técnico con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El pasado jueves 10 de abril, el Gobierno nacional renovó por un año el tramo del Swap con China por 5 mil millones de dólares. En el comunicado oficial que subió a su página web, el BCRA detalló que “la activación de este tramo, que se inició en 2023 y debía comenzar a reducirse gradualmente a partir de junio 2025, seguirá manteniéndose a disposición del BCRA, en su totalidad, hasta mediados de 2026, permitiendo al BCRA reducir los riesgos en su transición hacia un régimen monetario y cambiario consistente y sostenible, en un contexto internacional desafiante para los flujos de capitales externos”.
Según la agencia Noticias Argentinas, este texto fue leído por analistas del mercado como un anticipo del nuevo régimen de flotación administrada con bandas cambiarias que sería oficializado en pocos días más, junto al nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)
De fortalezas y debilidades
La principal fortaleza política de los hermanos Milei es la debilidad de la oposición, y en particular, la del peronismo; cuyos restos arqueológicos son disputados entre el espejismo de una antigua grandeza y la descolorida “renovación” de rostros bondadosos que poco tienen de nuevo, y que en conjunto no logran resignificar ni siquiera parte de esa historia majestuosa que encarnó el Movimiento Nacional Justicialista para beneficio y crecimiento del pueblo argentino.
Por lo demás, solo resulta explicable en este contexto, que un farabute salido de un circo decadente se encuentre en la cima más alta del poder político, y desde ese atalaya ordene el incendio de un país, como una especie de Nerón criollo y muy maquillado, en compañía de su hermanísima y ese personaje salido de la obra “El Decamerón”: Santiago Caputo, una especie de Rasputín devaluado, sudamericano y tercermundista, cuya existencia rayana a lo mitológico, solo es posible en estas tierras de promesas estéticas y condenas bíblicas.