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Por Maximiliano Borches. La decisión de alinearse solo con los Estados Unidos e Israel en un mundo que por ahora, apoya masivamente el reclamo de soberanía argentina sobre las ocupadas Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur (ni EEUU e Israel apoyan el legítimo reclamo argentino ante el Reino Unido, en su rol de potencia ocupante), no solo trastoca la diplomacia y el comercio externo argentino, sino que aísla al país ante el conjunto de las naciones que cada vez más miran a la Argentina como país “poco confiable”. Si faltara algo en esta etapa de franca decadencia de la política externa nacional, la toma de posición ante la escalada bélica en Medio Oriente a favor de Israel y EEUU, somete al país a ser nuevamente objetivo potencial de represalias por parte del Estado teocrático de Irán, tal como ocurrió en 1992 y 1994, con los atentados terroristas contra la Embajada de Israel en Buenos Aires y la sede de la AMIA, y lo sumerge en un conflicto que nada tiene que ver con los intereses argentinos.
Imagen de portada: IA
En este sentido, el reciente ataque de Estados Unidos a instalaciones nucleares en Irán, efectuado en colaboración con Israel, recibió el respaldo del Gobierno de Javier Milei. Funcionarios y referentes libertarios expresaron su apoyo al presidente Donald Trump en redes sociales.
El ministro de Defensa, Luis Petri, declaró desde su cuenta en X que “garantizar la paz en el mundo implica luchar contra el terrorismo y su capacidad nuclear”. También mencionó: “Mañana el mundo despertará más libre y en paz. Fuimos víctimas del terror de Irán y lo pagamos con lágrimas y sangre inocente. Gracias, Presidente Javier Milei. Estamos del lado correcto de la historia y de la justicia”.
El mensaje de Petri fue retuiteado por Milei y llegó justo después de que Trump, durante la noche del sábado, advirtiera que “habrá paz o tragedia para Irán”. En su declaración, el presidente estadounidense insistió en que Irán “debe hacer la paz” o enfrentarse a una escalada sin precedentes, alertando que “aún quedan muchos objetivos por alcanzar”.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, también reafirmó la postura argentina en este contexto, compartiendo desde su cuenta: “Terrorismo nunca más. Fin”, en referencia al conflicto bélico.
Desde la Cámara de Diputados bonaerense, el jefe de bloque de La Libertad Avanza (LLA), Agustín Romo, manifestó su alineamiento con Trump en varias publicaciones, afirmando: “Es la primera vez que Argentina está del lado correcto y del lado ganador”.
Por su parte, el director de Comunicación Digital, Juan Carreira, lo definió como “el mejor presidente de la historia moderna” y justificó los ataques de Estados Unidos explicando que “Irán construyó una planta nuclear en 2010 para enriquecer uranio, lo que podría derivar en la creación de bombas nucleares”. También destacó la existencia de tres plantas iraníes, sugiriendo que eso no es necesario para una simple planta de enriquecimiento.
En su red social, Carreira continuó afirmando que Israel había alertado sobre la situación durante años, mostrando imágenes satelitales que demostraban cómo Irán había acelerado el enriquecimiento del uranio para desarrollar armas nucleares. “Solo Estados Unidos cuenta con el armamento necesario para destruir las instalaciones”, concluyó.
Una reorientación ideológica que solo satisface los sueños de pequeño Bonaparte de Milei
A lo largo de toda su historia, la Argentina mantuvo una posición de neutralidad ante los distintos acontecimientos mundiales. Esta posición, no solo permitió un exitoso desarrollo del comercio externo durante décadas, sino que colocó a la Argentina como país respetable en el conjunto de las naciones, y hasta llegó a ocupar cargos en la Organización de las Naciones Unidas y otras alianzas internacionales como la OEA. CELAC, Mercosur, y estuvo muy cerca de integrar la poderosa BRICS.
Ejemplo de ello, es el (por ahora) multitudinario respaldo que recibe en su soberano reclamo por las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, ocupadas militarmente por el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Sin embargo, desde que Javier Milei llegó a la presidencia, todo esto cambió de manera preocupante para los intereses estratégicos de la Argentina, y la histórica posición multilateral se transformó en mansedumbre ante los intereses de los Estados Unidos e Israel, dos países que están terminando de destrozar el consenso liberal de acuerdos globales de Naciones Unidas (que ya venía muy golpeado), por el nuevo marco de accione multilaterales que hacen del planeta un lugar más peligroso y oscuro.
