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La decadencia del esperpento

Por Maximiliano Borches. Pocas veces en la historia argentina, un presidente democrático fue tan irascible, superfluo, bruto, mesiánico, autoritario, soberbio, megalómano, mentiroso, desastroso, perverso, adolescente, entreguista, lamebotas de Washington, y poseedor de un profundo desprecio por el ser humano en general (salvo su íntima corte), y del pueblo argentino en particular, como el ex arquero y ex panelista de la TV, Javier Milei. Expresión genuina, también, de estos tiempos y logró convertirse en inquilino de la Casa Rosada en un contexto global favorable a la irracionalidad, la banalidad extrema, la estupidez como contracultura y el espanto disfrazado de “likes”, “memes” y “corazoncitos” lanzados al mar de las redes sociales.

Su gran virtud fue encarar la frescura de lo novedoso. Supo arrebatarle la condición disruptiva y revolucionaria a un peronismo de capa caída, que en parte desorientado, y en otra parte atomizado por la experiencia socialdemócrata cristinista, y su síntesis fallida que fue Alberto Fernández; actuaron encantados y referenciados en las diatribas juveniles de los españoles Podemos y POSE, más que en “Las 20 Verdades Peronistas”, transformando por un momento en una especia de “pelotero” infantil, al movimiento que realizó la única revolución en la Argentina, cuyos efectos traducidos en conquistas de derechos sociales, políticas, económicos y culturales continúan hasta el día de hoy.

Al día de hoy, tanto el esperpento, como las flacas tribus de Cristina Fernández de Kirchner comenzaron el descenso al infierno político de empezar a ser vistos – y a futuro recordados- como una anécdota de la Historia.

Definición de esperpento, según la Real Academia Española (RAE):

  1. m. Persona, cosa o situación grotescas o estrafalarias. “Estás hecho un esperpento con esa chaqueta de tu padre.” Sinónimos: adefesio, extravagante, ridiculez, disparate, desatino, espantajo, mamarracho.

  2. m. Concepción literaria creada por Ramón M.ª del Valle-Inclán hacia 1920, en la que se deforma la realidad acentuando sus rasgos grotescos.

  3. m. Obra literaria acorde con el esperpento.

Cada campera de cuero superpuesta una sobre otra como si de una cebolla se tratare, sobre un cuerpo que a los gritos pide ser retocado por Inteligencia Artificial, es la caracterización simbólica más exacta del aprisionamiento físico, el sudor como rio caudaloso, y la desesperación torpe por intentar parecer una estrella de rock en un país sudamericano hundido en la pobreza, creciente marginalidad, la precarización laboral, la falta de oportunidades para las mayorías, la mugre, el tránsito cada vez más fluido de estupefacientes y sus consecuente lavado de dinero traducido en costosas torres de departamentos, autos de lujo, countris, y otros pocos bienes de lujo para algunos pocos, es la pintura más nítida de un movimiento surrealista abocado a la decadencia.

En este poco más de año y medio de gestión tuvo todo a su favor, y el esperpento lo desaprovechó. No solo un peronismo paralizado en los textos publicados en redes sociales por ex faraona Cristina, sino y fundamentalmente, un pueblo que lo acompañó a la espera de una señal que los incluya, en medio de catarsis de Valium y psicoanálisis con un terapeuta o con la televisión.

Además, el descomunal apoyo de los mercados, los medios de comunicación, empresarios y los Estados Unidos de la implosión a cargo del coronel Donald Trump y sus “wonderful boys”, de la Secretaria del Tesoro y el Departamento de Guerra, fueron la oportunidad de oro.

Hoy, y a pocas horas de una elección de medio término crucial para el devenir argentino (en Argentina, TODAS las elecciones suelen ser cruciales por distintos motivos, algo ya asentado en nuestra cultura política), el esperpento dolo firma pagarés a los banqueros del JP Morgan, a su gay friendly, Scott Bessent, y todavía se repone del papelón protagonizado en Washington con el su presidente, Donald Trump, que hasta se mofó de no haber escucharon en simultáneo la traducción del despojar de elogios pronunciados bajo la atenta mirada de su hermanísima Karina Milei, un personaje de la literatura fantástica que solo puede tomar forma humana en la Argentina.

Por lo demás, las urnas darán su veredicto este domingo 26 de octubre para renovar poco menos de la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio de la cámara de Senadores, y nada parece auspicioso para el bufón de un rock and roll decadente y bizarro, que dejará tras de sín una Argentina en ruinas para que el peronismo, una vez más, se encargue de reconstruir, y dar nuevamente inicio a un nuevo ciclo político hasta su agotamiento.

La política en Argentina parece repertirse como baile de máscaras venecianas a orilas del Riachuelo.

 

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