En medio de la creciente tensión social en Argentina (despidos todos los días, cortes de rutas y avenidas y movilizaciones en varios puntos del país por las fuentes laborales y mejores salarios, entre otros puntos), el presidente Javier Milei continúa recorriendo varis países sin firmar prácticamente ningún acuerdo económico que beneficie el comercio exterior de la Argentina. En este marco, y luego de llorar (otra vez) en el Muro de los Lamentos disfrazado de una religión que no es la suya, Milei recibe otro premio de plástico en Israel, y se abraza con el premier Benjamín Netanyahu, seriamente cuestionado a nivel global, y en su propio país, por continuar la guerra en Franja de Gaza y cometer cuantiosos crímenes de civiles palestinos. Milei anunció la firma de “un memorándum de entendimiento para combatir el terrorismo y el antisemitismo” y el traslado en 2026, de la embajada de Argentina en Israel a Jerusalem. El político argentino recibió el “Premio Génesis”.
Como una puesta de escena política, el Presidente argentino fue recibido al grito de “¡Viva la libertad, carajo!”, por el presidente del Parlamento israelí, Amir Ohana. Milei es el primero en su cargo en comparecer en la Kneset, el Parlamento israelí, y, tras un prolongado aplauso de varios diputados israelíes, tomó la palabra para apoyar la gestión de la guerra en Gaza del primer ministro, Benjamín Netanyahu, criticada por un amplio sector de la comunidad internacional, incluidos vastos sectores de la sociedad israelí, por la muerte de unos 55 mil palestinos en la Franja de Ganza, en 20 meses de combate, cifra ésta brindad por el grupo terrorista Hamas. “Este Gobierno defiende el derecho de Israel a la legítima defensa” después de la “agresión más aberrante”, subrayó Milei en referencia al mortífero ataque de Hamás a Israel, del 7 de octubre de 2023, que dejó más de 1200 civiles israelíes asesinados, entre ellos bebés, niños y ancianos, y secuestrando a otras 250 personas de distintas nacionalidades.
En su intervención, Netanyahu agradeció al mandatario argentino su apoyo “en la batalla contra las fuerzas de la oscuridad”. El primer ministro israelí destacó que ambos líderes son “amigos cercanos” porque, entre otros motivos, los dos creen “en los mercados libres”. Y en español dijo: “Para los amigos, todo”.
Ambos dirigentes no escatimaron elogios y gestos de complicidad, presentándose como garantes del “mundo libre” (eufemismo utilizado por Estados Unidos durante la “Guerra Fría). “Las naciones que defendemos la cultura occidental tenemos que estar juntas, estableciendo nuevos lazos políticos, comerciales y militares. Israel es nuestro socio estratégico más importante, junto con Estados Unidos”, apuntó el esperpento argentino.
Milei realizó dos anuncios ante los parlamentarios. Por una parte, avanzó en que ambos países firmarán este jueves “un memorándum de entendimiento para combatir el terrorismo y el antisemitismo”. En segundo lugar, puso fecha al traslado en 2026 de la embajada de Argentina en Israel a Jerusalem. Salvo siete excepciones -Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Kosovo, Papúa Nueva Guinea, Paraguay y Fiyi―, el resto de países mantiene su embajada en Tel Aviv.
Durante su discurso, Milei criticó duramente a la comunidad internacional que, en su opinión, “ha perdido su brújula moral, confundiendo a víctimas y victimarios”. De un lado, ha dicho, “hay un terrorismo que mata, miente y tergiversa”; del otro, “un país que defiende su derecho a existir”. También ha arremetido contra Greta Thunberg, a quien ha calificado de “mercenaria” y acusado de llevar a cabo “una performance de victimización con que estaba secuestrada”. La activista sueca era una de las voluntarias de la Flotilla de la Libertad que iba a bordo del barco Madleen con un pequeño cargamento de ayuda que pretendía simbolizar el bloqueo y la desesperación que vive la franja de Gaza. El velero fue interceptado por las Fuerzas de Defensa de Israel el lunes pasado y cuatro de sus pasajeros, entre ellos Thunberg, deportados.
Previamente, el presidente argentino se reunió con familias de algunos de los 250 rehenes que fueron capturados en el ataque terrorista de Hamás, en el que fueron asesinadas más de 1.200 personas. En el encuentro, que se ha producido en el hotel King David de Jerusalén, Milei ha manifestado el “firme compromiso de Argentina” para lograr el retorno de los cautivos. Durante el acto, ha inaugurado además una placa dedicada a los secuestrados, un monolito que también se ha instalado en instituciones argentinas.
Todavía quedan en la Franja -bajo las armas de terroristas de Hamas- 55 rehenes, de los que Israel estima que unos 20 siguen vivos. Entre ellos, hay cuatro con doble nacionalidad argentina israelí que fueron secuestrados por Hamás: Eitan Horn, Ariel y David Cunio y Lior Rudaeff.
La madre de los hermanos todavía cautivos, Silvia Cunio, le ha regalado Milei el libro 7 de octubre, de Ziv Koren. “Se conmovió, rompió a llorar y me abrazó. El presidente hace mucho por nuestra lucha y prometió seguir esforzándose al máximo. Se lo agradezco enormemente”, ha declarado. Por su parte, Dalia Cusnir, cuñada de Eitan Horn, le ha pedido al líder argentino que siga “presionando al primer ministro” para traer de vuelta a todos los rehenes. “Le dije que apoyar a Israel significa, ante todo, exigir el regreso de todos”, ha añadido.
En la víspera, Milei se reunió con el presidente israelí, Isaac Herzog, quien le pidió unidad “ante la amenaza iraní” y especialmente contra su programa nuclear. “La colaboración entre nuestros países, especialmente en la lucha contra el antisemitismo y el terrorismo, es crucial”, le dijo. El argentino le aseguró su “apoyo incondicional” y elogió además “la gestión de la guerra” liderada por Netanyahu en Gaza, en la que han muerto más de 55.000 palestinos, según el Ministerio de Sanidad de la franja, gobernada de facto por Hamás. Solo este miércoles, los disparos de las FDI mataron a 57 personas mientras iban a buscar comida a puntos de distribución de alimentos.
Milei llegó a Jerusalem este lunes, después de su paso por Niza, donde se reunió con el presidente Emmanuel Macron, en busca de acuerdos en minería y energía nuclear. Como ya hizo en su anterior visita al Estado hebreo, en febrero de 2024, el presidente argentino se dirigió en sus primeras horas en la ciudad al Muro de las Lamentaciones.
Le acompañan en este viaje la secretaria general de la Presidencia y hermana, Karina Milei; el embajador de Argentina en Israel, Axel Wahnish; y el presidente de la DAIA, una de las principales organizaciones de la comunidad judía en Argentina, Mauro Berenstein.
Con información de El País y agencias.