No se trata de “otro miércoles” en que son reprimidos por orden de Javier Milei y Patricia Bullrich, los jubilados y quienes se solidarizaron con ellos en reclamo de haberes dignos y devolución de medicamentos, sino de una fotografía del drama social que crece a diario y del accionar autoritario de un Gobierno que pretende naturalizar la barbarie y crueldad como política. Un impresionante despliegue de fuerzas federales, valuado en varios millones de pesos fueron desplegados una vez más para intentar callar las voces de un puñado de jubilados que nada tienen para perder en los juegos del hambre planificados desde Casa Rosada.
El ajuste no cierra sin represión. El Gobierno de Javier Milei vetó la ley de movilidad jubilatoria votada por ambas cámaras del Congreso Nacional en 2024, les quitó decenas de medicamentos que repartía PAMI (organismo involucrado hoy en una serie de escandalosas denuncias por corrupción que apuntan directamente a los hermanos Milei y sus armadores políticos de la provincia de Buenos Aires y otras del país), y siguen recibiendo un absurdo bono de $70 mil que cobran desde marzo de 2023, tiempo en que la inflación creció casi un 170 según cifras oficiales ( y dudosas, porque que la realidad de la calle demuestra que es mucho más alta de la que publica mensualmente esta gestión)
En este contexto de degradación social, económica y cultural, los jubilados representan a uno de los sectores más perjudicados, y golpeados literalmente, por el actual Ejecutivo. Es en este contexto en que cada miércoles la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, orden el despliegue de millonarios operativos represivos con el objetivo político de intenta imponer miedo en la sociedad, y reeditar el tenebroso “no te metas”, tan de “moda” durante la última dictadura cívico-militar.
Entre las imágenes más impactantes de una nueva jornada represiva, se vio al padre Francisco “Paco” Olveira gaseado y golpeado por efectivos de la Prefectura Naval Argentina, quienes además lo arrastraron junto a otros sacerdotes del movimiento Cura en Opción por los Pobres, y otros manifestantes, en plena avenida Callao, entre Rivadavia y Mitre.
La violencia solo genera más violencia, y lo peor que puede hacer el actual Gobierno nacional es subestimar la paciencia del pueblo.