Una tragedia para millones de personas en varias partes del mundo que no se puede naturalizar. La ruta desde el Cuerno de África hacia el territorio yemení es considerada una de las más peligrosas del mundo, de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones. Aún hay setenta y cuatro personas desaparecidas.
Foto de portada: El trágico naufragio de una embarcación con migrantes en el Mediterráneo en 2016 | AFP
Al menos 68 migrantes africanos murieron y más de un centenar fueron declarados desaparecidos luego del naufragio de una embarcación frente a la costa de Yemen. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó a la agencia France-Presse que la embarcación llevaba unos 150 migrantes, y que solo 12 sobrevivieron.
Los cuerpos de 54 migrantes fueron hallados en la costa del distrito de Khanfar, y otros 14 fueron recuperados y trasladados a la morgue del hospital en Zinjibar, la capital provincial de Abyan, en la costa sur de Yemen. De acuerdo a un comunicado de la Dirección de Seguridad del gobierno de Abyan, “las fuerzas de seguridad (…) realizan una gran operación para rescatar los cuerpos de un gran número de migrantes de nacionalidad etíope (oromos), muertos ahogados en el mar frente a las costas de la provincia de Abyan cuando trataba de penetrar ilegalmente en suelo yemení».
El Departamento de Seguridad de Abyan hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para “intervenir urgentemente y adoptar medidas para detener el flujo ilegal a través de las aguas territoriales yemeníes, que se convirtieron en una creciente amenaza humanitaria y para la seguridad”. A la par, destacó “la necesidad de fortalecer la coordinación” entre las autoridades marítimas y las organizaciones migratorias “pertinentes para evitar que las redes de tráfico ilícito utilicen la costa yemení como punto de tránsito de migrantes”.
Si bien Yemen atraviesa una guerra civil desde hace más de una década, el país sigue siendo una ruta principal para migrantes del Cuerno de África, especialmente de Etiopía y Somalia, que intentan llegar a países árabes en busca de trabajo. En muchos casos, se arriesgan a cruzar el mar en embarcaciones precarias, pero el conflicto y la crisis humanitaria llevaron a varios de ellos a intentar regresar a África ante la falta de oportunidades.
A bordo de embarcaciones peligrosas y sobrecargadas, los migrantes son trasladados por traficantes a través del Mar Rojo o el Golfo de Adén. En la última década, al menos 2.082 personas desaparecieron en esta ruta migratoria, entre ellas 693 que se ahogaron.
La peligrosa travesía de migrantes africanos sigue cobrando víctimas
La muerte de dos personas y la desaparición de otras 186 marcó uno de los episodios más trágicos en lo que va del año en la ruta migratoria del Cuerno de África. A principios de marzo, cuatro embarcaciones precarias naufragaron en aguas del Golfo de Adén con migrantes que partieron desde Somalia rumbo a Yemen, intentando escapar de la pobreza, la inestabilidad política y la falta de oportunidades que enfrentan en sus países de origen.
Al menos dos de los barcos se hundieron frente a las costas de Yemen, con 181 personas a bordo, además de cinco tripulantes yemeníes que también permanecen desaparecidos. Las otras dos embarcaciones naufragaron cerca de Yibutí con 90 personas a bordo; la mayoría logró sobrevivir, aunque se encontraron dos cuerpos sin vida, según reportó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
De acuerdo con la OIM, en 2023 llegaron a Yemen 97.200 migrantes, el triple que en 2021. Ahora, en lo que va de 2024, la cifra bajó a menos de 61.000, una reducción que no responde a una mejora en los países de origen, sino al refuerzo de las patrullas marítimas en la región.