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Alberto y Cristina encabezaron masivo acto en Plaza de Mayo: “No olvidemos a los genocidas, y tampoco olvidemos a los que nos endeudaron”

Decenas de miles de personas (entre 150 y 200 mil según distintos cálculos) colmaron la histórica Plaza de Mayo y sus alrededores, en el acto por los 38 años de recuperación para siempre de la democracia en nuestro país, y el Día Internacional de los Derechos Humanos. Si bien no concurrió el grueso del movimiento obrero organizado, por una lamentable desavenencia, y se notó una importante presencia de “gente suelta”, el peronismo fue central en la masiva presencia. El presidente, Alberto Fernández, y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, estuvieron acompañados por los exmandatarios de Brasil, Lula Da Silva, y de Uruguay, José «Pepe» Mujica. «La Argentina del ajuste es historia», precisó el Presidente, a la vez que resaltó que en las tratativas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda que contrajo la gestión de Cambiemos «no se negociará nada que signifique poner en riesgo el crecimiento y el desarrollo social» del país.

El presidente Alberto Fernández aseguró que «la Argentina del ajuste es historia» y resaltó que en las tratativas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda que contrajo la gestión de Cambiemos «no se negociará nada que signifique poner en riesgo el crecimiento y el desarrollo social» del país.

Al encabezar junto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en Plaza de Mayo el festival «Democracia para siempre» para celebrar el Día de la Democracia y los Derechos Humanos, acompañados por los exmandatarios de Brasil, Lula Da Silva, y de Uruguay, José «Pepe» Mujica; Fernández reivindicó el pago de la totalidad de la deuda externa con el FMI en 2005, realizada por el expresidente Néstor Kirchner.

«No somos los que no queremos pagar deuda, tampoco somos los que la tomamos, somos los que tenemos que hacernos cargo de la deuda que nos dejan a nosotros», enfatizó el jefe de Estado.

«Tranquila Cristina, no vamos a negociar nada que ponga en riesgo» el crecimiento o el desarrollo del país; «no tengas miedo», dijo Fernández ante una señal de asentimiento de la vicepresidenta.

El mandatario recordó además que «muchas veces el FMI le soltó la mano a presidentes argentinos y así puso en crisis la institucionalidad de la Argentina».

Luego, mirando a la multitud que ocupaba la Plaza de Mayo, aportó: «Si el FMI me suelta la mano voy a estar tomado de la mano de cada uno de ustedes, de cada argentino y de cada argentina».

«No somos los que no queremos pagar deuda, tampoco somos los que la tomamos, somos los que tenemos que hacernos cargo de la deuda que nos dejan a nosotros»

«Nosotros, como hicieron Néstor (Kirchner) y Cristina, vamos a cumplir con las obligaciones que asumieron otros, no nosotros. Pero el día que esas obligaciones las tomemos nosotros como propias, eso no va a ser a costa de la salud pública, de la educación pública, de los salarios, de las jubilaciones. Porque la Argentina del ajuste es historia, no hay posibilidades que eso ocurra», subrayó el jefe de Estado.

También reseñó: «Hace dos años exactamente estuvimos aquí con Cristina, frente a ustedes, diciéndoles lo que íbamos a hacer en los cuatro años que nos tocaban afrontar, y al día 99 cayó la pandemia, y todo se trastocó, todo se hizo más difícil, toda la agenda» prevista «se alteró».

«Pero no dejamos de cumplir las promesas que hicimos. Es cierto, postergamos algunas decisiones porque antes debimos cuidar la salud de cada argentino, y lo hicimos, porque tuvimos que poner de pie el sistema sanitario destruido que nos dejaron. Y lo hicimos, porque fuimos a buscar las vacunas que hacían falta y poder tener esta plaza», subrayó.

Sobre la celebración de hoy apuntó que «hace 38 años la Argentina recuperaba la democracia después de la noche más larga que le tocó vivir, la más ingrata de las noches, la de la muerte, la tortura, del exilio, de las desapariciones».

Y en ese sentido, agregó: «La recuperamos un 10 de diciembre de 1983 y desde ese día recordamos esa fecha como los días de la democracia, que son también los días de los derechos humanos, el Día Internacional de los Derechos Humanos».

«Hace 38 años la Argentina recuperaba la democracia después de la noche más larga que le tocó vivir, la más ingrata de las noches, la de la muerte, la tortura, del exilio, de las desapariciones»

«Y está muy bien, porque por esta democracia que hoy tenemos y vivimos hubo miles de argentinos, decenas de miles, que entregaron su vida, que fueron desaparecidos, sometidos a la tortura, condenados al exilio, que sufrieron prisiones injustas. Por la memora de todos y de cada uno de ellos reivindiquemos y cuidemos nuestra democracia a capa y espada», apuntó con énfasis.

El Presidente consideró que «la democracia tiene mucho que ver con los derechos humanos y la Argentina es hoy un símbolo de derechos humanos en todo el mundo».

«Es un símbolo porque ahí están las Madres y las Abuelas que resistieron la dictadura y nos dieron un ejemplo de lucha cuando en la Argentina, mucha, gran parte, no participaba de esa lucha solitaria que esas Madres y esas Abuelas llevaban adelante», ponderó.

Además, Fernández ratificó que el gobierno sigue «haciendo todo lo necesario para que el último culpable se haga cargo de la responsabilidad que le cupo en la noche más negra que Argentina vivió», en alusión a la última dictadura cívico militar.

Destacó que la Argentina «hoy preside el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas «y eso es el resultado de que la comunidad internacional ha premiado y reconocido la conducta» del país en esta materia.

Y enumeró que «empezó allá por 1985, cuando juzgaron a lo que eran los jefes del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, asesinos genocidas que se llevaron la vida de decenas de miles de argentinos».

«No olvidemos nada. No olvidemos a los genocidas, y tampoco olvidemos a los que nos endeudaron. Lo hicieron hace apenas dos años atrás y ahora andan dando cátedra de cómo se sale del problema»

«Siguió después cuando con Néstor (Kirchner) presidente, derogamos las leyes de impunidad, de Obediencia Debida, de Punto Final y sentamos los genocidas, a los torturadores en el banquillo de los acusados», prosiguió el mandatario.

«Sigue acá hoy, donde con Cristina como vicepresidenta, conmigo como presidente, seguimos haciendo todo lo necesario para que el último culpable se haga cargo de la responsabilidad que le cupo en la noche más negra que la Argentina vivió», completó.

Fernández sostuvo que la democracia «es esencialmente libertad, es ser libres y respetar la diversidad, y sostuvo que formulaba estas consideraciones «en un tiempo en el cual las posiciones más extremas han vuelto a aparecer bajo el rótulo de libertarios, de liberales».

«Aparecen los mayores defensores del conservadurismo, aparecen los xenófobos, los negacionistas, y nosotros a eso, ante eso, no podemos quedarnos en silencio, de brazos cruzados. A los negacionistas recordémosle que la Argentina se vivió un terrorismo de Estado que se llevó la vida de miles y miles de argentinos, a los xenófobos, a los discriminadores, digámosle que somos lo que más hacemos por aceptar la diversidad en una Argentina plural», contestó.

Para el mandatario, «en Argentina la democracia, es tener memoria, es no olvidar los que quieren olvidar y quienes invitan» a que eso suceda «son los que quieren sacarse de encima la responsabilidad que han tenido en el tiempo que gobernaron».

«No olvidemos nada. No olvidemos a los genocidas, y tampoco olvidemos a los que nos endeudaron. Lo hicieron hace apenas dos años atrás y ahora andan dando cátedra de cómo se sale del problema», enfatizó.

Por otra parte, Fernández recordó que que «ningún jubilado paga medicamentos», e hizo hincapié en la sanción de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y de los 1.000 Días para acompañar a las mujeres gestantes, y la ampliación de derechos en materia de diversidad y de género.

Además, reafirmó que su Gobierno hará «todo lo necesario para que cada argentino tenga un empleo digno», ratificó que para su gestión «primero están los más postergados» y prometió que el año próximo hará todo lo que esté a su alcance para que «la distribución del ingreso mejore, el salario crezca y las ganancias no queden en el bolsillo de unos pocos».

El presidente convocó a todos los sectores a «construir otra Argentina, una Argentina libre, justa y soberana como siempre hicimos los peronistas», y expresó que su gobierno trabajará para que «la justicia siga siendo justicia, sin encubrir o perseguir».

El discurso de Cristina Fernández de Kirchner

“¿Cómo están? No los escuché. Y yo mejor de verlos a ustedes y volvernos a encontrar en esta plaza. ¿Cómo? Gracias.

Ya ves Lula, querido compañero, Pepe. Quiero darles formalmente la bienvenida a la Argentina y a esta Plaza de Mayo. Esta plaza que, Pepe, Lula, es el escenario de nuestras grandes alegrías y también ha sido el escenario de las tragedias argentinas. Enrollen las banderas chicos, dale. No las bajen nunca, ya saben. Es enrollarlas un ratito nada más, después siempre arriba y adelante. Hoy, 38 años de democracia en Argentina y el día internacional de los derechos humanos, Lula, Pepe.

Hace unos instantes entregamos premios a quienes fueron las constructoras en esta plaza durante la más terrible dictadura cívico militar, mujeres con pañuelos blancos que todos los jueves le daban vuelta a esa pirámide pidiendo por sus hijos. Fueron ellas y fue la sangre de nuestros soldados en Malvinas, los que recuperaron la democracia. Ellos y ellas.

En esta plaza, Pepe, Lula, Alberto, no sé si alguna vez se los comenté pero estuve en esta plaza también como tantas otras el 14 de junio de 1982. Ese día había caído Puerto Argentino, los usurpadores una vez más se quedaban con nuestras Malvinas y ese día esta plaza de lleno de gente, de argentinos y argentinas. Yo estaba accidentalmente en Buenos Aires y volví a la plaza después de mucho tiempo. Ese día el pueblo en esta plaza le dijo basta a la dictadura cívico militar también. Y allí comenzó el tiempo de descuento para la democracia que llegó ese 10 de diciembre de 1983. Pero Pepe, Lula no se sientan extranjeros tampoco en esta plaza porque ustedes también caminaron esta plaza. Vos Lula, Pepe, Rafael, Hugo Chávez, Evo Morales, Fernando Lugo, Néstor Kirchner mi compañero de vida, cruzamos… El 25 de mayo, en el cumpleaños de la patria, en el bicentenario nuestro, cruzamos esta plaza. Eran millones de argentinos que nos rodeaban, no había vallas, no había custodias, éramos gobernantes, éramos presidentes de gobiernos nacionales, populares y democráticos que, junto al pueblo, recorríamos las calles. Claro que sí Lula.

Recién te escuchaba cuando decías que éramos los gobiernos que habíamos protagonizado un momento histórico . Y es así. Fue un momento único en la historia de Latinoamérica, único de crecimiento económico. Único de incorporar millones de ciudadanos a la inclusión social. Único en generar puestos de trabajo, industria nacional, autonomía nacional para tomar decisiones. Reestructuramos una deuda externa con la mayor quita de capital e intereses que se tenga memoria. Le pagamos al FMI, Lula y Néstor Kirchner el mismo día… Cuando terminamos, luego de 12 años y medio de gobierno, en esta misma plaza hace ayer exactamente seis años, pudimos culminar después de 12 años y medio de gobierno, con una plaza que desbordaba y llegamos con un país donde la desocupación apenas era del 5,9%. Donde además teníamos el endeudamiento en moneda extranjera más bajo que se recuerda. Endeudamiento en moneda extranjera, que no se hagan los giles, que no se hagan los giles esos que van a los canales de televisión a dar números a la bartola, a la bartola. Bajamos la deuda en dólares, le pagamos al Fondo, dejamos el salario mínimo, vital y móvil en dólares más alto de Latinoamérica. Dejamos el salario mínimo vital y móvil más alto de Latinoamérica, la jubilación más alta de Latinoamérica y además, y esto no lo digo yo, lo recuerdo de un informe del Banco Mundial allá a fines del 2012: duplicamos la clase media. Sí, el peronismo, el peronismo, le pese a quien le pese, en 10 años, del 2002 al 2012, duplicamos la clase media en la Argentina. Por más que algunos lo renieguen, no les guste, huela mal… los peronistas generamos más clase media en la República Argentina que  nadie. Que no me vengan con pavadas. Y después vino otra vez. La noche se hizo Lula, se hizo la noche otra vez para la Argentina pero… No, no, no… ya les dije. No, ya les dije, esas cosas no se hacen. Lo que hay que hacer es meter el voto en la urna racional e inteligentemente. Nada de insultos, nada de insultos a nadie, a nadie . Vino la noche y a diferencia, Lula, de lo que pasaba cuando vos y yo éramos más jóvenes, que los gobiernos nacionales y populares eran desalojados por golpes de estado, por militares con uniformes. Esta vez no vinieron con botas, vinieron con togas de jueces y medios hegemónicos para construir imágenes y juzgar, no en los juzgados sino primero en los medios. Se condena en los medios y se le pone el sello en la Justicia.

Anoche cuando estábamos comiendo con Lula, con Alberto, con Axel, con Sergio, éramos varios ahí. Lula, en un momento de la noche, comenzó a enumerar la cantidad de horas que los noticieros le dedicaban tratándolo de corrupto y de ladrón. Enumeraba la cantidad de portadas de los principales diarios del Brasil donde decían que era un ladrón. Enumeraba las menciones en radios, en portales y yo le dije: te puedo agregar algunas cosas más. Te puedo agregar cinco asociaciones ilícitas, una con mis hijos, otra con el resto del Gobierno. Cinco asociaciones ilícitas, mi querido compañero Lula. Jueces que nos procesaban en un artículo y en el segundo artículo de la sentencia se declaraban incompetentes. Jueces que se habían declarado incompetentes hacía años y reavivaban causas con cosa juzgada para denostarnos porque ya no era necesario lo que hicieron durante las dictaduras latinoamericanas donde desaparecían a los que pedían un país mejor. No, no era necesario desaparecer a nadie, no era necesario torturarlo con la picana, bastaba hacerlo todos los días con tinta en los diarios o con micrófono en la televisión. Y entonces no lograr la desaparición física sino la desaparición política de los dirigentes. Esos son los nuevos métodos, esas son las nuevas formas de persecución a los dirigentes del campo popular y democrático.

No importa, acá estamos otra vez, acá estamos otra vez y miren: esto no es cuestión de personas. El pueblo siempre vuelve y encuentra los caminos para hacerlo. Puede ser un partido, puede ser un dirigente hoy y otro mañana pero el pueblo siempre vuelve. Y acá estamos. Alberto recibió un país parecido al que, si tenemos… y yo sé que Dios nos va a escuchar y la virgen también, para que Lula vuelva a ser presidente del Brasil. No lo necesitamos nosotros, lo necesitan millones de brasileños y brasileñas que quieren volver a sentirse incluidos, a tener un trabajo y un salario digno, a poder llevar a sus hijos a la universidad. Pero ¿sabés que Lula? (La gente canta “vamos a volver). Mire compañero, no es que pronostique nada pero cada vez que cantaron eso no se equivocaron. Pero Alberto se encontró con otra cosa que usted no se va a encontrar, compañero, y que es el regreso del Fondo Monetario Internacional a Argentina con el regalito de 44.000 millones de dólares. Y la verdad que más allá de todo, permítame compañero Presidente ser un poco desconfiada. ¿Sabe qué pasa? El Fondo Monetario Internacional ha vivido condicionando a la democracia argentina. No es de ahora, recuerdo cuando el presidente Alfonsín asumió la presidencia un 10 de diciembre como hoy hace 38 años. Sí, aplaudan y aplaudan fuerte además. Cuando el presidente Alfonsín asumió un 10 de diciembre recibió un país que había quintuplicado su deuda externa, sin reservas en el Banco Central, con asonadas militares cada tanto, con 30.000 desaparecidos, y se fue… Y en el año 89, el Fondo, con presiones y demás le soltó la mano al gobierno democrático del presidente Alfonsín y no pudo terminar su mandato. No fue la primera vez que lo hizo. Después… ah, y me olvidaba que Alfonsín había recibido la deuda externa estatizada. Era de los privados y a fines del 82, antes de irse, los milicos le dejaron el regalito de la deuda externa privada, estatizada. Me olvidaba también de eso. Y en el 2001 también, a otro presidente radical, el Fondo le soltó la mano y vino la crisis del año 2001, Pepe Lula, se deben acordar con cinco presidentes en un día.

La verdad que deberían despabilarse un poco, digo yo, los del partido centenario porque los dos presidentes radicales que tuvieron los tumbó el Fondo Monetario Internacional. Despabílense muchachos. Despabílense. Pero le soltaban la mano al gobierno naciente de la democracia después del sufrimiento de la dictadura o lo que constituyó la Alianza, una gran esperanza y una gran frustración popular también. Pero al que no se la soltaron fue al que vino después que nosotros. A ese le pusieron toda la tarasca, 57.000 millones de dólares para que pudiera ganar las elecciones. Es hora de que nos despabilemos todos los argentinos, a quién le pone la guita el Fondo y para qué se la ponen. Entonces, digo… y la verdad que insisten con modelos y políticas que no dieron resultado, que fracasaron. Porque lo intentaron hacer durante la dictadura, no había sindicatos, no existían los partidos políticos, no había huelgas y capotaron igual. Y lo volvieron a hacer ya sin la necesidad de recurrir a un golpe sino democráticamente. Lograron llegar al gobierno democráticamente para endeudarnos una vez más. Y tampoco les dio resultado. Pusieron 57.000 millones de dólares para ganar las elecciones y no pudieron torcer la voluntad del pueblo. ¿Por qué entonces de una buena vez por todas no se dan cuenta que los programas de hambre, que las políticas de ajuste pueden ser impuestas durante un tiempo pero que finalmente siempre colapsan? En cambio, pudimos ofrecer 12 años y medio de estabilidad y crecimiento e inclusión social. Con errores sí, muchos, con equivocaciones también, como dice Pepe, todos somos perfectibles pero no hay mejor política que el crecimiento económico, la inclusión social y que decida el pueblo argentino cuáles son sus políticas.

En épocas en que todos son tan libertarios, en épocas donde todos quieren vivir en libertad quiero decirles que en pocas oportunidades la Argentina tuvo la posibilidad de elegir sus políticas de gobierno como fue en nuestros 12 años y medio después de que Néstor le pagó al Fondo. Ahora los tenemos otra vez adentro, notifíquense libertarios que nos van a venir a controlar las cuentas: cuanto gastamos, cuanto ponemos y cuanto sacamos. Es hora que los argentinos hablemos con propiedad y en base a la experiencia y a no a lo que permiten cinco o diez minutos de televisión.

Por eso, Presidente, yo sé que tenemos muchas dificultades pero siempre digo que, ante las grandes adversidades grandes acciones. Ante las grandes adversidades, grandes acciones. Digámosle al Fondo que nos ayude, por ejemplo, porque usted sabe Presidente, compañeros, compañeras que se habla mucho de la restricción externa. Que a la Argentina le faltan dólares… No, no, no. A la Argentina no le faltan dólares, los dólares de la Argentina los tienen afuera. Se los llevaron afuera, necesitamos que el Fondo nos ayude a recuperar, de los paraísos fiscales a donde se han ido miles de millones de dólares en evasión para que les paguemos. Presidente, comprométase que cada dólar que encontramos en el exterior se lo vamos a dar primero al Fondo de los que fugaron, de los que se la llevaron sin pagar impuestos. Que sea un punto de negociación con el Fondo. Que sea un punto de negociación. Que además convoque a todos los partidos con representación parlamentaria para que todos unidos como argentinos de bien, todos los partidos políticos con representación parlamentaria le digan al Fondo que no se va a aprobar ningún plan que no sea el que permita esta recuperación económica y que pueda seguir la recuperación económica. Es el deber de todos los argentinos, sobre todo de aquellos que pertenecen al gobierno y a la fuerza política que volvió a traer al Fondo a la Argentina.

Y finalmente, yo creo que además compañero Presidente, usted debe convocar a un gran acuerdo nacional argentino, un GANA. Porque tenemos que resolver algo que vengo repitiendo hace tiempo y que está en mi cabeza desde que era presidenta. Tenemos que abordar los problemas de esta economía bimonetaria porque ¿sabés que pasa, Lula? Cuando uno va a Brasil, los brasileros no quieren dólares, el tipo del turismo quiere sus reales. Cuando uno va a comprar una casa en Brasil necesita reales, acá necesitás dólares y esto es un problema grave, tenemos que abordarlo en serio. Yo quiero que todos los argentinos y sobre todo aquellos que tienen la responsabilidad institucional nos sentemos en serio. No es un problema de izquierda, ni de derecha ni del centro, es un problema estructural que tenemos. Son sueños que tengo, Presidente, compatriotas, Pepe, Lula y yo sé que es difícil, es muy difícil pero acordémonos de quien fue mi compañero de vida que, con apenas 22 por ciento de los votos, una deuda defaulteada del 160% del PBI, 22 por ciento de desocupación, con inmensa valentía y coraje pudo comenzar un camino junto a Lula, junto a Pepe, primero Tabaré, el Evo, el inolvidable Hugo Chávez también. Por eso este día de la democracia tiene que ser el compromiso del pueblo porque, para terminar, quiero decirles algo y que se les haga carne. Un presidente, una presidenta puede ser muy inteligente, muy capaz, tener coraje y valentía pero necesita de la participación popular para apoyar a su gobierno y llevarlo por el buen camino. No lo olviden nunca. Salgan a la calle cuando tengan que defender sus derechos, los de su patria, los de sus hijos.

Yo quería estar hoy, este día de la democracia, que es muy especial para nosotros y además el día internacional de los Derechos Humanos para agradecerles, agradecerles a todos ustedes todo el acompañamiento y todo el apoyo y toda la protección que me dieron con su amor, sus palabras, sus rosarios. Que Dios los cuide mucho a todos y a todas, muchas gracias compañeros y compañeras.”

Cauto en lanzar su candidatura desde Buenos Aires, “Lula” repasó tópicos de su gestión en Plaza de Mayo, agradeciendo la solidaridad recibida por Alberto y Cristina durante el tiempo que estuvo preso

«Este es un día muy especial. Estamos conmemorando la recuperación de la democracia en Argentina; estamos conmemorando el día de los derechos humanos», comenzó su discurso el exmandatario brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, en un «portuñol» que le permitió hacerse entender por la multitud que llenó la Plaza de Mayo y quienes siguieron sus palabras por medios electrónicos.

Si bien no habló de su candidatura presidencial, cuando es el dirigente con mayor intención de voto de su país, el expresidente de Uruguay José «Pepe» Mujica, que lo precedió en el uso de la palabra y ofició de su presentador, le cedió el micrófono afirmando que «va a gobernar Brasil».

Da Silva destacó que tuvo «la felicidad de gobernar Brasil» (2003/2010) en coincidencia con los mandatos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, con Hugo Chávez en Venezuela, con Evo Morales en Bolivia, con Tabaré Vázquez y Pepe Mujica en Uruguay, con Fernando Lugo en Paraguay, con Rafael Correa en Ecuador y con Michelle Bachelet y Ricardo Lagos en Chile.

«Estos compañeros fueron parte del mejor momento de democracia de nuestra Patria Grande, de nuestra querida América Latina. Posiblemente haya en esta plaza gente muy joven que no lo sable, pero nuestra querida América del Sur tuvo su mejor período desde el año 2000» en adelante, señaló.

En ese lapso «reafirmamos el Mercosur; creamos la Unasur; creamos la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que era la primer institución de América Latina en la que participaba Cuba y no participaban Estados Unidos ni Canadá».

Da Silva también recordó cuando estalló la crisis financiera internacional de 2008 y «con Cristina estábamos codo a codo» armando la agenda internacional.

Luego, el ex mandatario que estuvo 19 meses preso por una causa de corrupción que finalmente fue desestimada por la justicia de su país, agradeció «a cada hombre y cada mujer» que se preocupó y reclamó por su libertad, y destacó que «hubo una persecución que me llevó a la cárcel» del mismo modo que «hubo una persecución» contra Cristina Fernández de Kirchner.

En este punto, Lula destacó, una vez más, el gesto del presidente Alberto Fernández, que cuando aún era candidato lo fue a visitar a la cárcel.

Por último, el líder del PT retomó el hilo de la conmemoración de retorno a la democracia en Argentina. «Es un día muy especial, un día de esperanza» porque la democracia es «una sociedad demostrando su decisión de construir una sociedad más justa, más igualitaria».

 

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