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Día de la Militancia Peronista: del regreso de Perón al aporte de las grandes fortunas

Por Maximiliano Borches. Este 17 de noviembre el universo peronista celebra el “Día de la Militancia Peronista”, en conmemoración al primer regreso del líder popular Juan Domingo Perón, en 1972, tras casi dieciocho años de exilio forzoso. El mejor homenaje hoy, es reivindicar a esa militancia nacional y popular que en estos últimos cuatro largos y oscuros años, resistieron en las calles y en cada espacio de acción, la brutalidad macrista/radical junto a la sonrisa mordaz de sus cómplices -muchos de ellos- hoy disfrazados de corderos. Leé al final de la nota, la carta que escribió el líder de los trabajadores argentinos, previo a su arribo aquel 17 de noviembre.

Cuando el líder popular Juan Domingo Perón, pisó tierra argentina tras dieciocho años de exilio forzoso, la dictadura encabezada por Alejandro Lanusse comprendió que había llegado su final. El gobierno dictatorial  anunció que las elecciones se llevarían a cabo el 11 de marzo de 1973, y el 25 de mayo de ese mismo año se realizaría la entrega del poder al gobierno elegido por el pueblo.

Con el regreso de Perón a la Argentina no solo se ponía fin a la “resistencia peronista”, que desde 1955 mantuvo viva, junto al movimiento obrero organizado, las organizaciones barriales de base y esa “juventud maravillosa” que había escuchado sobre Perón y Evita en sus casas paternas, pero no lo había visto por una simple diferencia generacional. También regresó la democracia, ya que por primera vez desde el golpe cívico-militar-eclesiástico del ’55, se levantaba la proscripción que pesó sobre la principal fuerza política de la Argentina: el Partido Justicialista. Desde entonces y hasta 1973, solo hubo dos experimentos de gobiernos civiles, que solo pudieron ganar elecciones por la proscripción del peronismo: los dos Arturo radicales: Frondizi e Illia.

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A las 11.20hs de aquel 17 de noviembre, el General aterrizó en Ezeiza, a bordo de un DC-8 de la compañía Alitalia en el que viajaban 154 hombres y mujeres, entre ellos, 22 presidentes provinciales del Partido Justicialista y del distrito capital, miembros retirados de las Fuerzas Armadas, de la Confederación General del Trabajo, las 62 Organizaciones, empresarios, ex funcionarios y legisladores, científicos y artistas. Todos, acompañaban al líder de los trabajadores argentinos en su regreso a la Patria.

Bajo una copiosa lluvia, el ex presidente pisaba suelo argentino acompañado por el secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, en una imagen que quedó inmortalizada. Luego, el general Perón fue retenido en el Hotel de Ezeiza hasta la madrugada del día siguiente cuando fue liberado y se dirigió a la casa de la calle Gaspar Campos, en Vicente López.

Permaneció en Buenos Aires 29 días y volvió a irse a España, de donde retornaría definitivamente el 20 de junio de 1973, de la mano del presidente justicialista electo Héctor Cámpora, quien renunciará a su cargo para que Perón pudiera asumir, luego de elecciones abiertas, su tercera y última presidencia.

Hoy, a 48 años de esa jornada trascendental para la historia argentina contemporánea, los trabajadores organizados junto a diversos movimientos sociales y políticos, realizarán caravanas en apoyo al gobierno peronista del Frente de Todos y aliados, como así también a la media sanción del proyecto de ley de aporte extraordinario y solidario de las grandes fortunas, que se espera para esta jornada. Sin dudas el mejor homenaje que en 2020 se le puede hacer al líder de los trabajadores, y a la militancia que resistió en las calles y en cada espacio de acción, los cuatro largos años de gobierno macrista/radical/lilito.

Texto de la carta escrita por el general Juan Domingo Perón a los peronistas, un día antes del retorno al país el 17 de noviembre de 1972:

«Compañeros peronistas:

Pocos podrán imaginar la profunda emoción que embarga a mi alma, ante la satisfacción de volver a ver de cerca a tantos compañeros de los viejos tiempos, como a tantos compañeros nuevos, esa juventud maravillosa que, tomando nuestras banderas para bien de la patria, están decididos a llevarlas al triunfo.

También como en los viejos tiempos, quiero pedir a todos los compañeros de antes y de ahora, que dando el mejor ejemplo de cordura y madurez política, nos mantengamos todos dentro del mayor orden y tranquilidad. Mi misión es de paz y no de guerra. Vuelvo al país después de 18 años de exilio, producto de un revanchismo que no ha hecho sino perjudicar gravemente a la Nación. No seamos nosotros colaboradores de tan fatídica inspiración.

 Nunca hemos sido tan fuertes. En consecuencia, ha llegado la hora de emplear la inteligencia y la tolerancia, porque el que se siente fuerte, suele estar propicio a prescindir de la prudencia.

El pueblo puede perdonar porque en él es innata la grandeza. Los hombres no solemos estar siempre a su altura moral, pero hay circunstancias en que el buen sentido ha de imponerse. La vida es lucha, renunciar a ésta es renunciar a la vida, pero, en momentos como los que en nuestra Patria se viven, esa lucha ha de realizarse dentro de una prudente realidad.

Desde que todos somos argentinos, tratemos de arreglar nuestros pleitos en familia porque si no, serán los de afuera los beneficiarios.

Que seamos nosotros, los peronistas, los que sepamos dar el mejor ejemplo de cordura. Hasta pronto y un gran abrazo para todos».

(Juan Domingo Perón)

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