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17 de octubre: Lealtad con el pueblo, renovación y unidad sin personalismos

Por Maximiliano Borches. Este 17 de octubre, “Día de la Lealtad Peronista”, se desarrolla en medio de un verdadero caos socio-económico que disparó la pobreza al 52,9% (al asumir Milei en diciembre era del 41,7%) de la población en el primer semestre del año -o sea que ahora es peor-, sumando hasta junio pasado 5.4 millones de nuevos argentinos pobres, que totalizan más 25 millones en todo el país; en tanto la indigencia se disparó al 18,1% (en diciembre era del 11,9%, siempre según datos de la UCA), lo que significa que 3 millones de nuevos argentinos son indigentes, totalizando unos 8.5 millones de compatriotas en esta condición, en tanto el 66% de los menores de 14 años pasan hambre en Argentina (unos 7.3 millones de chicos).

Ante la miseria planificada y aplicada en nombre de la “libertad” por el gobierno de los hermanos Javier y Karina Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel (política y plan económico diseñados en buffet de grandes consorcios financieros globales), y que se materializa a través de furiosos ajustes, destrucción del Estado y de la industria nacional a manos de una descontrolada apertura de importaciones y tarifazos impagables que a diario obligan a pymes a cerrar sus puertas en toda la Argentina, multiplicando además la desocupación como política de disciplinamiento social y económico; el peronismo en su conjunto solo da muestras de desorientación política y por ahora no encuentra el punto de seducción para (re)enamorar a las mayorías populares.

En este marco, el peronismo se encuentra en pleno proceso de definición interna de sus autoridades nacionales, que al cierre de esta de columna llevan dos candidatos: el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela (quien hasta hace pocos días era el único candidato a presidir el principal partido político de Argentina y Latinoamérica), y la sorpresiva presencia de la dos veces presidenta y vicepresidenta de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner, lanzada oficialmente tras un “operativo clamor” generado a través de redes sociales por “La Cámpora”, agrupación que tras hacer un balance de su creciente debilidad política, entendió que su futuro se ve realmente comprometido y decidió jugar su carta más fuerte, entendiendo que el hijo de Cristina (Máximo Kirchner) apenas puede dar discursos ante sus (cada vez menos) seguidores.

La particularidad del caso, es que la exvicepresidenta de Alberto Fernández, y dos veces presidenta de la Nación, siempre rechazó al Partido Justicialista como espacio, al que a lo largo de sus principales funciones en la política, se encargó puntualmente de ningunear, maltratar, negar y hasta ofender. Fue en este contexto que creó su propio espacio político denominado “Unidad Ciudadana”, un típico espacio progresista pensado a la usanza de los países nórdicos europeos que nunca dio tres pasos a la vez, y que intentó reflotar la fracasada idea del presidente radical Raúl Alfonsín, de crear el “tercer movimiento histórico”, entendiéndose que el primero de los movimientos históricos fueron los federales, el segundo el peronismo, y el tercero….el progresismo socialdemócrata.

En esta etapa urge la necesidad de renovación de dirigentes en el peronismo, y que éstos centralmente estén conectados a las necesidades populares in situ, en cada uno de los barrios, pueblos, ciudades, poblados y provincias de todo el país, y que no se dediquen solo a escribir cartas por “X” (ex Twitter) ni imponer condiciones de sumisión a otros sectores del movimiento a fuerza de personalismos que nada bien le hacen a la política y se encuentran lejos de recibir el clarmor popular (limitándose a sus seguidores y simpatizantes).

La diferencia central del peronismo con el resto de los partidos políticos, es que el Partido Justicialista es solo la herramienta electoral (y representación simbólica) del Movimiento Nacional Justicialista, históricamente conformado por sus distintas ramas: sindical, política y femenina, a las que con el tiempo se le sumó juventud y profesionales.

Superada esta instancia de definiciones internas, el peronismo tiene la obligación ética e histórica de reencauzar su destino político con el destino de felicidad del pueblo y grandeza de la patria, que nunca tuvo que haber abandonado.

Es obligación de todos sus militantes, dirigentes y simpatizantes de este gran Movimiento que supo realizar la primera revolución social, económica, política y cultural del mundo sin disparar un solo tiro, ponerse al frente con ideas y propuestas claras que devuelvan la esperanza a esos millones de argentinos y argentinas que esperan ver al peronismo de pie y encabezando la recuperación nacional, pero ya no contaminado de falso y pacato progresismo, sino a pura doctrina justicialista, sintetizando las transformaciones y necesidades del presente.

Las 20 verdades peronistas

  • 1º) La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo.

  • 2º) El peronismo es esencialmente popular. Todo círculo político es antipopular y, por lo tanto, no peronista.

  • 3º) El peronista trabaja para el MOVIMIENTO. El que en su nombre sirve a un círculo, o a un caudillo; lo es sólo de nombre.

  • 4º) No existe para el peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan.

  • 5º) En la NUEVA ARGENTINA el trabajo es un derecho, y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume.

  • 6º) Para un peronista no puede haber nada mejor que otro peronista.

  • 7º) Ningún peronista debe sentirse más de lo que es ni menos de lo que debe ser. Cuando un peronista comienza a sentirse más de lo que es, empieza a convertirse en oligarca.

  • 8º) En la acción política la escala de valores de todo peronista es la siguiente: Primero la Patria, después el Movimiento y luego los hombres.

  • 9º) La política no es para nosotros un fin, sino solo el medio para el bien de la Patria, que es la felicidad de sus hijos y la grandeza nacional.

  • 10º) Los dos brazos del peronismo son la justicia social y la ayuda social. Con ellos damos al pueblo un abrazo de justicia y amor.

  • 11º) El peronismo anhela la unidad nacional y no la lucha. Desea héroes pero no mártires.

  • 12º) En la NUEVA ARGENTINA los únicos privilegiados son los niños.

  • 13º) Un gobierno sin doctrina es un cuerpo sin alma. Por eso el peronismo tiene una doctrina política, económica y social: el Justicialismo.

  • 14º) El Justicialismo es una nueva filosofía de la vida, simple práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista.

  • 15º) Como doctrina política, el Justicialismo realiza el equilibrio del derecho del individuo con el de la comunidad.

  • 16º) Como doctrina económica, el Justicialismo realiza la economía social, poniendo el capital al servicio de la economía y ‚ésta al servicio del bienestar social.

  • 17º) Como doctrina social el Justicialismo realiza la justicia social, que da a cada persona su derecho en función social.

  • 18º) Queremos una Argentina socialmente Justa, económicamente Libre y políticamente Soberana.

  • 19º) Constituimos un gobierno centralizado, un estado organizado y un pueblo libre.

  • 20º) En esta tierra lo mejor que tenemos es el pueblo.

 (Juan Domingo Perón)

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