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Los ataques iraníes con misiles balísticos en Irak y Siria representan una poderosa defensa de la soberanía y seguridad nacional y parte del «castigo justo» de Teherán contra los «invasores de la seguridad» del país, declaró este martes el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Nasser Kanaani.
«La República Islámica de Irán siempre ha apoyado la paz, la estabilidad y la seguridad en la región y se adhiere a la soberanía y la integridad territorial de los países, pero al mismo tiempo no dudará en ejercer su legítimo derecho a recurrir a recursos de disuasión […] para defender la seguridad de sus ciudadanos y castigar a los criminales», aseveró el diplomático.
La Guardia Revolucionaria comenzó los ataques de madrugada, poco después de la medianoche, y lanzó un total de 24 misiles «Kheibar Shekan» (Destructor de castillos) contra objetivos “antiiraníes” en Siria e Irak, que han causado al menos cuatro muertos en el Kurdistán iraquí, según un comunicado del cuerpo militar.
El vocero señaló que «mientras el enemigo cometía crímenes contra el Gobierno y la nación iraníes», su país respondió llevando a cabo una operación para identificar el cuartel general de los «criminales». «El terrorismo es una amenaza», indicó, agregando que Teherán está decidido a combatir el terrorismo mediante la cooperación conjunta regional e internacional.
¿Qué pasó?
La noche del martes, la ciudad de Erbil, capital del Kurdistán iraquí, así como zonas en territorio sirio, fueron blanco de ataques con misiles balísticos por parte de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI), quienes anunciaron la destrucción de varias «sedes de espionaje y concentraciones de grupos terroristas» en la región.
Uno de los objetivos alcanzados en Erbil fue una sede de la agencia de inteligencia israelí, según Teherán. La ofensiva contra la ciudad, que dejó al menos cuatro muertos y seis heridos entre la población civil, se llevó a cabo como represalia por los recientes asesinatos de comandantes del «frente de la resistencia», incluso de la Guardia Revolucionaria, que fueron atribuidos a los israelíes.
La misma noche se registraron también explosiones en Alepo, en el norte de Siria, tras lo cual los CGRI declararon que habían atacado instalaciones de la organización terrorista Estado Islámico en respuesta a un reciente atentado en la ciudad iraní de Kermán que dejó decenas de muertos.
«No guarden silencio»
El primer ministro del Kurdistán iraquí, Masrour Barzani, comentó en sus redes sociales los ataques e instó al Gobierno federal de Bagdad a «adoptar una posición de principios contra la flagrante violación de la soberanía del país». «También hago un llamamiento a nuestros socios de la comunidad internacional para que no guarden silencio ante los reiterados ataques contra el pueblo del Kurdistán», escribió.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irak denunció «la agresión iraní contra la ciudad de Erbil» y prometió que tomará todas las medidas legales al respecto, incluida la presentación de una denuncia ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Además, convocó al encargado de negocios iraní en Bagdad para entregarle una nota de protesta.
El Departamento de Estado de EE.UU. también condenó los ataques, afirmando que «socavan la estabilidad de Irak».
El ataque iraní se produce en un momento de máxima tensión en Oriente Medio, con la guerra de Israel en Gaza, en la que han muerto más de 24.000 personas, que poco a poco parece que se está extendiendo a nuevos frentes, con la presencia en todos ellos de aliados de Teherán.
Con información de efe, afp, cp, rt
