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Todo es incertidumbre a horas de la elección que definirá al próximo presidente de EEUU

Expectativa global por las elecciones en Estados Unidos que definirán al presidente N°46 de su historia. A horas de la crucial elección, y según las principales encuestas, el demócrata Joe Biden (78) supera en promedio 7% al actual presidente Donald Trump (74), pero nada es definitivo. Doce estados son los que definirán esta elección. Te acercamos una síntesis analítica de cada uno de ellos.

Tras un maratónico cierre de campaña por parte de los aspirantes a la Casa Blanca, el demócrata Joe Biden (78) encabeza casi todas las encuestas, sin embargo perdió preferencias en el electorado. Hace un mes, mantenía una diferencia a favor en torno a los 13 puntos porcentuales. Hoy, la misma se ubica en siete puntos porcentuales respecto al actual presidente republicano Donald Trump (74), que mantiene sólidas chances de resultar reelecto.

Independientemente de los posibles resultados, lo cierto es que quien logre la mayor cantidad de electores para constituirse en el presidente N°46 de los Estados Unidos, mantendrá los ejes principales de los intereses estratégicos estadounidenses respecto al mundo: guerra comercial con China, desarrollo de su complejo militar-industrial y –en el caso de América Latina- supremacía político/económica sobre los distintos países.

En este sentido, es importante destacar que históricamente Argentina se entendió mejor con republicanos que con demócratas, a la hora de negociar con el FMI u otros acreedores externos, su larga y eterna deuda externa. Razón por la cual, en términos concretos, el resultado de la elección de mañana no ofrecerá muchos cambios para nuestro país, debido a lo avanzado en las negociaciones con el FMI, y luego de haber cerrado con éxito la reestructuración de la varias veces millonaria deuda heredada del tándem opositor macrista/radical/lilito, que nuestro país mantenía con bonistas.

La política en Estados Unidos, bien podría representarse como una cabeza con dos rostros. Que en definitiva es una sola cabeza. Los republicanos, por lo general, prevalecen en momentos que Occidente gira más a la “derecha”. Al revés sucede con los demócratas, quienes logran ganar elecciones cuando las brisas del progresismo atraviesan al continente europeo y a varios países americanos. Sin embargo, esto no quiere decir que los demócratas sean más “sensibles” que los republicanos, en cuanto a la defensa del interés estadounidenses. La primera potencia mundial, la primera economía global, responde a intereses de Estado. Una madurez política que varios países del mundo deberíamos lograr en el corto o mediano plazo, si en verdad pretendemos ser soberanos, libres y justos.

Todo indica que mañana a la noche se conocerán los resultados de la elección, que en esta oportunidad se definirá en doce estados:

-Florida

¿Quién ganó en 2016?
Donald Trump, con el 49 % de los votos, apenas 1,2 puntos y 113.000 votos más que Hillary Clinton, en un estado que registró 9,4 millones de votos.
¿Cuántos representantes eligen para el Colegio Electoral?
29, la segunda cifra más alta de todos los estados que se consideran en disputa este año, después de Texas.
¿Por qué es importante?
Además de proporcionar más del 10 % de los delegados necesarios para hacerse con la presidencia, en las últimas décadas se ha revelado como un estado imprescindible: desde 1992, ningún candidato ha alcanzado la Casa Blanca sin vencer en Florida. Y en 2000, George W. Bush derrotó a Al Gore, que había ganado el voto popular en el conjunto del país, gracias a los escasos 537 votos de ventaja -sobre un total de casi seis millones- que obtuvo en un controvertido recuento decidido por el Tribunal Supremo.
¿Qué decantará el resultado?
En un estado tan diverso como Florida, la victoria dependerá de la fidelidad a Trump de los sectores conservadores, como la comunidad cubana en el exilio. O los adultos mayores que se retiran al “estado dorado” y que hace cuatro años impulsaron su triunfo, pero que ahora constituyen el grupo poblacional más castigado por la pandemia del coronavirus. También influirá la capacidad de Biden para movilizar de nuevo a latinos y afroamericanos, que no votaron por Hillary Clinton como lo habían hecho por Barack Obama. Por ahora, los sondeos otorgan una muy pequeña y poco significativa ventaja, entre uno y dos puntos, al aspirante demócrata.

-Ohio

¿Quién ganó en 2016?
Donald Trump, con el 51,7 % de los votos, frente al 43,5 % de Hillary Clinton, una amplia diferencia de más de ocho puntos y el peor resultado de un candidato demócrata desde 1984.
¿Cuántos representantes eligen para el Colegio Electoral?
18, el cuarto que más otorga de todos los swing states.
¿Por qué es importante?
Ohio es el estado pendular por excelencia: desde 1964, el candidato que vence en Ohio es el que llega a la Casa Blanca. Ningún candidato republicano, en toda la historia de Estados Unidos, ha sido presidente sin ganar en Ohio y en 2004 decantó la reelección de George W. Bush frente a John Kerry. Este año, además, las encuestas pronostican un empate cerrado entre los dos candidatos.
¿Qué decantará el resultado?
Aunque geográficamente está encuadrado en el Rust Belt, el Cinturón del Óxido que agrupa a los estados de raigambre industrial en torno a los Grandes Lagos, Ohio es un estado muy diverso. Los demócratas tienen mayoría en las áreas metropolitanas de Columbus, la capital, y Cleveland, y tratan de apuntalar su ventaja en la de Cincinnatti, pero Trump ha consolidado una amplia base electoral en las ciudades medianas afectadas por la desindustrialización y en las zonas rurales. Aunque las encuestas situaban a Biden en primer lugar durante el verano, ahora mismo los sondeos sin incapaces de otorgar una ventaja, siquiera mínima, a ninguno de los dos candidatos y hablan de empate.

-Pensilvania, Michigan y Wisconsin

¿Quién ganó en 2016?
Donald Trump venció en los tres, aunque por márgenes estrechísimos, siempre inferiores a un punto. En Michigan, donde apenas les separaron 10.700 votos de un total 4,8 millones, se dio la diferencia más corta entre los dos candidatos: un 47,5 % de Trump frente al 47,27 % de Clinton.
¿Cuántos representantes eligen para el Colegio Electoral?
Pensilvania elige 20 -el segundo con más representantes entre los estados en disputa de ese año-, Michigan otros 16 y Wisconsin, diez.
¿Por qué son importantes?
Los tres conforman el corazón del Cinturón del Óxido y eran feudos demócratas consolidados desde hacía casi tres décadas. Pero Trmp supo atraerse a los obreros industriales desencantados, convirtiendo su apoyo en uno de los pilares de su victoria: la conquista de estos estados fue un triunfo histórico y un baldón para Clinton. Este año son cruciales para Biden, porque su camino más directo para hacerse con la Casa Blanca pasa por el Rust Belt: si conserva los 20 estados que ganó Clinton y vence en Pensilvania, Michihgan y Wisconsin, habrá ganado las elecciones, sin importar siquiera el resultado de Florida ni el de Ohio. Con todo, Pensilvania es especialmente relevante: según estima el portal de noticias estadounidense FiveThirtyEight, es el estado con más probabilidades de decantar las elecciones, casi un 27 %, por el 14,2 % que otorga a Florida. Y es el estado natal de Biden, nacido en Scranton.
¿Qué decantará el resultado?
A grandes rasgos y con matices propios, los tres estados presentan una fractura que es visible en otras zonas del país: grandes ciudades como Filadelfia, Pittsburgh, Detroit o Milwaukee de mayoría demócrata, amplias zonas rurales de tradición conservadora y suburbios de trabajadores que les convierten en estados pendulares. Biden cuenta con recoger el voto de la población urbana, los afroamericanos y los obreros que en 2016 abandonaron a Clinton, mientras Trump se hace fuerte entre la población blanca de las zonas rurales. También pueden influir el azote del coronavirus, muy acusado en esta región, y el complot para el secuestro de la gobernadora demócrata de Michigan, Gretchen Whitmer, por parte de una milicia de extrema derecha. Los sondeos dan cierta ventaja a Biden, que en Michigan y Wisconsin ronda los siete puntos sobre Trump, si bien en Pensilvania oscila entre cuatro y cinco, lo que coloca este estado, que apunta a ser el más importante este año.

-Minnesota

¿Quién ganó en 2016?
Hillary Clinton, con apenas un punto y medio de ventaja sobre Donald Trump, equivalentes a menos de 45.000 votos sobre un total de casi tres millones.
¿Cuántos representantes elige para el Colegio Electoral?
Minnesota elige diez compromisarios.
¿Por qué es importante?
Se trata del principal feudo demócrata en el Rust Belt: ni siquiera Ronald Reagan, que en 1984 barrió a Walter Mondale en los otros 49 estados, consiguió vencer allí, aunque se quedó muy cerca. Numéricamente no es el estado más influyente, pero su valor simbólico es muy elevado: Biden necesita conservarlo si quiere tener posibilidades de asaltar el resto del Cinturón del Óxido, mientras Trump se ha marcado como objetivo conquistarlo. Y él mismo reconoce que es esencial: “Si pierdo Minnesota, no volveré nunca”, aseguró a principios de octubre durante un minitín en Duluth.

¿Qué decantará el resultado?
El estado ha girado en los últimos años hacia la derecha, especialmente en las grandes áreas rurales y mineras del oeste y el norte, donde Trump ha encontrado un gran caladero de votos entre los trabajadores sin estudios superiores. Los demócratas, por su parte, se han hecho fuertes en la conurbación Minneapolis-Saint Paul (las Twin Cities o Ciudades Gemelas, solo separadas por el río Missisipi) y en sus suburbios, donde cada vez se instalan más titulados universitarios. Los sondeos pronostican una victoria de Biden por unos cinco puntos, pero hace cuatro años no detectaron la crecida de los republicanos y el margen, que era más amplio hace unas semanas, se ha estrechado en los últimos días.

-Carolina del Norte y Georgia

¿Quién ganó en 2016?
Donald Trump, con cinco puntos de ventaja y más del 50 % de los votos en Georgia, mientras que en Carolina del Norte superó a Hillary Clinton en tres puntos y medio sobre Hillary Clinton.
¿Cuántos representantes eligen para el Colegio Electoral?
Georgia escoge 16 y Carolina del Norte, otros 15.
¿Por qué son importantes?
Se trata de dos feudos republicanos desde hace tres décadas -solo Bill Clinton, que ganó en Georgia en 1992, y Barack Obama, que tiñó de azul Carolina del Norte en 2008, han quebrado esa inercia-, pero su electorado ha virado hacia la izquierda en los últimos años y los demócratas han logrado poner en disputa ambos en estas elecciones. Trump tendrá muy difícil repetir victoria si pierde alguno de los dos, porque indicará que tiene pocas posibilidades de hacerse con otros swing states más escorados hacia los demócratas.
¿Qué decantará el resultado?
La clave racial será relevante, especialmente en Georgia, donde los votantes de color -la minoría más claramente inclinada hacia los demócratas- son más de un tercio del electorado, aunque hay otros factores que explican la pérdida de pujanza republicana, como el rejuvenecimiento del censo y la alta proporción de blancos con estudios superiores. En Carolina del Norte, Trump apela al voto blanco y rural, así como a la comunidad evangélica, mientras Biden se apoya en afroamericanos y jóvenes urbanos; una alta participación favorece al demócrata -en 2018 les permitió hacerse con la mayoría en la cámara estatal tras años de dominio republicano- y el voto adelantado parece anticiparla: más del 45 % de los votantes registrados ya han depositado su papeleta, según el seguimiento de la Universidad de Florida. Los sondeos dan algo de ventaja a Biden en ambos estados, aunque apenas por unas décimas; si acaso, parece mejor colocado en Carolina del Norte, pero la carrera es cerradísima y los pronósticos son poco significativos para aventurar un resultado.

-Texas, Arizona y Nevada

¿Quién ganó en 2016?
Hillary Clinton venció en Nevada, con casi dos puntos y medio de ventaja sobre Donald Trump, mientras que este se hizo con Arizona, donde sacó a su rival tres puntos y medio, aunque con el menor porcentaje de votos de un candidato republicano en dos décadas, un 48,67 %. En Texas, la victoria de Trump fue incontestable, con casi nueve puntos de distancia.
¿Cuántos representantes eligen para el Colegio Electoral?
Texas escoge a 38 delegados, la cifra más elevada de todos los estados en disputa, mientras que Arizona elige once y Nevada, otros seis.
¿Por qué son importantes?
En estos tres estados del oeste son especialmente visibles los cambios demográficos de Estados Unidos, donde las minorías tienen cada vez mayor pujanza. Y, en concreto, los latinos, que en estas elecciones serán por primera vez la minoría más numerosa en el censo, según datos publicados por Pew Research Center. Texas y Arizona son feudos republicanos desde hace cuatro décadas (solo Clinton logró teñir de azul Arizona en 1996), pero los demócratas crecieron en ambos en las elecciones de medio mandato de 2018 y ahora las encuestas los colocan en disputa; para Trump son básicos si quiere repetir victoria. Nevada es más pendular, pero fue casi la única buena noticia para los demócratas en 2016, ya que Hillary Clinton logró consolidar las victorias de Obama.
¿Qué decantará el resultado?
Los latinos, la principal minoría del país, son más diversos electoralmente que los afroamericanos y su voto es más impredecible. Pero en Arizona son casi un tercio del electorado y hace dos años fueron claves para que la demócrata Kyrsten Sinema obtuviera un escaño en el Senado en una apretada contienda con Martha McSally. En Texas, el aumento de la población latina, afroamericana y asiática ha diversificado el voto, al tiempo que los crecientes suburbios urbanos muestran tendencias más moderadas frente al conservadurismo tradicional. Los sondeos dan ganador a Trump en Texas, por unos dos puntos, y a Biden en Arizona, aunque por escaso margen, mientras que los demócratas tienen mayor margen en Nevada, por encima de cuatro puntos.

-Iowa

¿Quién ganó en 2016?
Donald Trump venció holgadamente, con más de la mitad de los votos y cerca de diez puntos de ventaja.
¿Cuántos representantes eligen para el Colegio Electoral?
Iowa escoge seis delegados.
¿Por qué es importante?
Pese a ser un estado pequeño, es célebre por los caucus de febrero, que marcan el inicio de las primarias para las elecciones presidenciales. Y durante la jornada electoral es un buen indicador de hacia dónde se inclina el electorado: salvo en los comicios de 2000, en las últimas tres décadas siempre ha votado por el candidato finalmente electo. Este año es particularmente relevante para Trump, al que las encuestas colocan lejos de Biden en bastantes estados clave, por lo que necesita sumar allí donde tiene opciones.
¿Qué decantará el resultado?
Iowa es un estado mayoritariamente blanco y de economía agrícola, aunque la pandemia del coronavirus y las guerras comerciales con China y Brasil -es el principal productor de etanol del país- han golpeado con gran intensidad en la economía, lo que puede lastrar a Trump. Los sondeos pronostican un empate casi cerrado, muy a tono con la incertidumbre que acompaña a las elecciones presidenciales de Estados Unidos en este 2020.

Los demócratas podrían seguir manteniendo mayoría en la Cámara Baja

El panorama en la cámara baja del Congreso, la Cámara de Representantes, parece mucho más despejado para los demócratas, cuya actual mayoría (232 a 197 escaños de los 435 totales) podría consolidarse, cuando no aumentar. La web electoral independiente Cook Political Report anticipa que los demócratas podrían conseguir entre cinco y diez escaños más en unas elecciones en las que, a diferencia del Senado, sí se elige a la totalidad de la cámara.

Es esta amplitud la que explicaría la posible consolidación demócrata en la Cámara de Representantes, un reflejo más fiel que el Senado de la realidad norteamericana. En enero del año pasado, los demócratas afrontaban el nuevo ciclo legislativo como un colectivo triunfador -acababan de recuperar la mayoría en las elecciones de 2018- pero extremadamente vulnerable.

Ahora, en plena pandemia, el partido ha pasado a la ofensiva, con unas arcas electorales repletas de fondos (57 millones de dólares más que los republicanos), lo que ha desembocado en que al menos 18 circunscripciones que los republicanos ganaron con una ventaja de más de 10 puntos porcentuales hace dos años estén efectivamente en disputa en estos momentos.

Los demócratas, con todo, se aproximan a estas elecciones con cautela, como recuerda Steny Hoyer, el líder de la mayoría demócrata (y segundo de la presidenta de la cámara, Nancy Pelosi, némesis de Trump). “Aquí nadie da nada por sentado. Ya sabemos lo que ocurrió en 2016”, asegura en declaraciones recogidas por The Hill y en referencia a la debacle protagonizada en las presidenciales de hace cuatro años por la candidata demócrata, Hillary Clinton, a quien todas las encuestas daban como favorita.

Con datos de Europa Press, The Washington Post, The New York Times, EFE y Reuters, RTV.es

 

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